Paris, como muchos la denominan, la cuidad de la luz, es uno de los lugares europeos más recurridos para visitar. Se trata de una bella cuidad atravesada por el Sena, compuesto en sus orillas por los más emblemáticos y bellos monumentos, todos ellos dignos de ser visitados.
Comenzando con una visita nocturna a su monumento más emblemático, la torre Eiffel, desde la que se puede apreciar la belleza de la gran ciudad francesa, se trata de uno de los monumentos más concurridos y con mayor afluencia de visitantes, por ello aconsejamos una visita nocturna ya que además de apreciar la belleza de esta mítica ciudad iluminada podremos observar con claridad muchas de las avenidas principales dando un efecto óptico increíble de Paris, además eligiendo un buen horario de tarde noche en invierno podrá acceder fácilmente sin tener que esperar las largas colas que caracterizan a este simbólico emblema de la cuidad.
La obra más importante de este gran museo es una de las más relevantes de la historia del arte, la mona lisa o como también es conocida la Gioconda de Da Vinci, aunque verdaderamente no es, ni una de las obras más sorprendentes ni una de las más bellas del museo quizá por su colocación poco estratégica ya que está situada en una inmensa habitación siendo la obra en sí de un tamaño bastante reducido además se presenta encasillada en una cristalera que no deja apreciar la obra tal y como se merece, también puede influir que es una de las obras más visitadas del museo por lo que se encuentra la mayoría del tiempo abarrotada de gente intentado hacerle una foto “decente” lo cual es bastante complicado entre la gente que observa y el cristal que la cubre.
Otro gran punto de interés de esta ciudad es el monumento de la opera, con un interior sorprendente, gracias a una ornamentación muy cuidada en la que hasta las escaleras de acceso destacan por su grandiosidad.
En otra zona de Paris, concretamente en el barrio de Montmartre encontramos la basílica del sagrado corazón, un monumento que goza de una excelente situación, ya que se encuentra en un estratégico mirador con todo Paris a sus pies, podemos acceder al él subiendo unas escaleras imposibles por ello recomendamos que suban a través de un teleférico que evita esta larga escalinata, el sagrado corazón es un monumento deslumbrante a la par que inmenso, pero desde luego no deja de ningún modo en segundo plano a las magnificas vista del mirador en el que está situado.
Museo de Orsay:arte moderno
Curiosidad
Si eres europeo de entre 18 y 25 años es tu mejor momento para visitar Paris del modo más económico. La mayoría de museos y monumentos permiten la entrada gratuita o al menos una tarifa reducida al público que cumpla estas condiciones y dados los altos precios que la cuidad francesa impone por las visitas, esta es una gran ventaja que podría permitir a estudiantes quizá más escasos de recursos económicos poder acceder sin coste alguno o con un coste muy bajo. Además es necesario que cuando se quiera acceder a alguno de los monumentos la gente que cumpla los requisitos pregunte en taquilla por este descuento porque de lo contrario le cobraran la entrada habitual sin advertiros de esta gran ventaja que también comprobaran a través del pasaporte o documento de identidad.
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