martes, 9 de marzo de 2010

Reportaje

La bella capital del Sena

Paris, como muchos la denominan, la cuidad de la luz, es uno de los lugares europeos más recurridos para visitar. Se trata de una bella cuidad atravesada por el Sena, compuesto en sus orillas por los más emblemáticos y bellos monumentos, todos ellos dignos de ser visitados.

Comenzando con una visita nocturna a su monumento más emblemático, la torre Eiffel, desde la que se puede apreciar la belleza de la gran ciudad francesa, se trata de uno de los monumentos más concurridos y con mayor afluencia de visitantes, por ello aconsejamos una visita nocturna ya que además de apreciar la belleza de esta mítica ciudad iluminada podremos observar con claridad muchas de las avenidas principales dando un efecto óptico increíble de Paris, además eligiendo un buen horario de tarde noche en invierno podrá acceder fácilmente sin tener que esperar las largas colas que caracterizan a este simbólico emblema de la cuidad.




Avanzando por el Sena podemos encontrar el museo del Louvre,
impresionante tanto por su continente como por su contenido, se trata el museo más importante de París por la gran cantidad de obras de arte que acoge y por el valor artístico de las mismas, las cuales están clasificadas y organizadas de forma sublime tanto por los autores a los que pertenecen como por sus fechas de creación. Una de las partes más llamativas del museo es su entrada por la pirámide invertida, este punto de acceso al museo es tan original como sorprendente, una gran pirámide acristalada que deja ver el interior del museo y que llega hasta la planta baja en la que se puede observar la terminación por la cual adquiere este característico nombre de pirámide invertida.
La obra más importante de este gran museo es una de las más relevantes de la historia del arte, la mona lisa o como también es conocida la Gioconda de Da Vinci, aunque verdaderamente no es, ni una de las obras más sorprendentes ni una de las más bellas del museo quizá por su colocación poco estratégica ya que está situada en una inmensa habitación siendo la obra en sí de un tamaño bastante reducido además se presenta encasillada en una cristalera que no deja apreciar la obra tal y como se merece, también puede influir que es una de las obras más visitadas del museo por lo que se encuentra la mayoría del tiempo abarrotada de gente intentado hacerle una foto “decente” lo cual es bastante complicado entre la gente que observa y el cristal que la cubre.
Continuamos nuestro recorrido por las orillas del Sena, observando bonitos puentes que se elevan sobre él, dando un largo paseo llegaremos hasta un punto en el que el inmenso río toma dos caminos, justo en el centro de esta hermosa división se encuentra la catedral de Notre dame, en una situación estratégica que deja apreciar los minuciosos y cuidados detalles que conforman su majestuosa fachada. Una catedral en la que desatacan ante todo sus extraordinarias vidrieras.

Otro gran punto de interés de esta ciudad es el monumento de la opera, con un interior sorprendente, gracias a una ornamentación muy cuidada en la que hasta las escaleras de acceso destacan por su grandiosidad.



En otra zona de Paris, concretamente en el barrio de Montmartre encontramos la basílica del sagrado corazón, un monumento que goza de una excelente situación, ya que se encuentra en un estratégico mirador con todo Paris a sus pies, podemos acceder al él subiendo unas escaleras imposibles por ello recomendamos que suban a través de un teleférico que evita esta larga escalinata, el sagrado corazón es un monumento deslumbrante a la par que inmenso, pero desde luego no deja de ningún modo en segundo plano a las magnificas vista del mirador en el que está situado.

Nuestro recorrido por Paris no podría terminar sin un tranquilo paseo por los emblemáticos campos elíseos que gozan de una gran belleza y que desembocan en el arco del triunfo, uno de los arcos más famosos del mundo construido por Napoleón Bonaparte, y que con unas dimensiones armónicas es otra de las obras de arte que conforman la cuidad de la luz.Por supuesto esto no es todo lo que podemos visitar en parís ya que nos quedan inmensidad de monumentos, museos y plazas por describir que conforman la cuidad de la luz como El museo de Orsay en el que además de obras de arte clásicas también encontramos un curioso espacio para el arte moderno; El Panteón, un emblemático monumento digno de ser visitado; El Museo de los Inválidos, en el que se encuentra la tumba de Napoleón y que destaca por su grandiosidad y distribución; la plaza Vedome; la plaza de la Concordia; la Universidad de la Sorbona o la Sata Capilla con sus impresionantes vidrieras; las galerías Lafayette en la que todas su plantas están organizadas frente a su tan inmensa como bella cúpula y un largo etcétera de bellas obras de arte que consiguen que esta cuidad sea una de las más bellas y concurridas de Europa.


Museo de Orsay:arte moderno


Curiosidad


Si eres europeo de entre 18 y 25 años es tu mejor momento para visitar Paris del modo más económico. La mayoría de museos y monumentos permiten la entrada gratuita o al menos una tarifa reducida al público que cumpla estas condiciones y dados los altos precios que la cuidad francesa impone por las visitas, esta es una gran ventaja que podría permitir a estudiantes quizá más escasos de recursos económicos poder acceder sin coste alguno o con un coste muy bajo. Además es necesario que cuando se quiera acceder a alguno de los monumentos la gente que cumpla los requisitos pregunte en taquilla por este descuento porque de lo contrario le cobraran la entrada habitual sin advertiros de esta gran ventaja que también comprobaran a través del pasaporte o documento de identidad.

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